sábado, 15 de diciembre de 2012

La generación de la incertidumbre


Soy uno más de los que el 7 de Abril del 2011 acudió a la manifestación de la recién creada plataforma Juventud sin Futuro para reivindicar los derechos que desde muy temprana edad nos han prometido desde todas las instituciones socializantes: una vivienda, un curro estable, unos servicios públicos de calidad, un fácil acceso a la cultura en su término más amplio; en definitiva los derechos que hacen que una pueda tener un proyecto de vida propio. En aquella manifestación sentíamos que estábamos en vísperas de algo grande, y efectivamente, fue la chispa que incendió el actual ciclo de movilizaciones emancipatorias, dando lugar un mes después a la gran demostración de poder popular que supuso el 15-M.

Hasta aquel entonces la Tierra era plana, y casi nos creíamos los calificativos despectivos con los que nos trataban los sectores vinculados a la oligarquía dominante del país, que tiene en su poder todos los medios de comunicación de masas. Los ni-nis, las que sólo se mueven por el botellón, la generación del pasotismo y la falta de valores, condenados a un infantilismo permanente e incapaces de valernos por nosotras mismas. Una mentira repetida miles de veces se convierte en una verdad, y la intencionalidad de proyectar esa imagen de la juventud era obvia, pararnos, callarnos, tapar nuestras bocas para que las verdades no saliesen disparadas con la fuerza de aquel que tiene la razón.

Al sistema le sobramos, nos dijeron que estudiando duro y aprendiendo idiomas tendríamos un porvenir asegurado, y una vez que hemos seguido el camino preestablecido nos encontramos con que el final es un callejón sin salida, “dicen FP o carrera pero nada de la mierda que te espera” rimaba el mc por excelencia del Hip-Hop nacional. Callejón sin salida que se traduce en datos escalofriantes, empezando por el 52% de paro juvenil, que deja un 48% restante en el cual la amplia mayoría soportamos trabajos mal remunerados, temporales y que no se corresponden con nuestro nivel de cualificación. A esto se le suma la devaluación de la alternativa por excelencia ante la falta de oportunidades de encontrar un curro, seguir estudiando. Mientras uno continua con sus estudios aplaza el problema de la inserción en el mercado laboral y lo hace adquiriendo conocimientos útiles para el futuro, pero la criminal subida de tasas académicas, especialmente en Universidad pero también en FP, hacen casi imposible que los jóvenes de la clase obrera puedan seguir adelante con su formación.

El elevado desempleo y el cada vez más inaccesible sistema de educación superior dejan tras de sí secuelas no tan fácilmente cuantificables y ocultadas por los medios de comunicación del régimen oligárquico: depresión, falta de autoestima, ansiedad, aumento del consumo de estupefacientes para evadir la realidad; situaciones duras que se pueden ver tanto en tú barrio como el mío. A otras ya no les vemos, porque nos empujan fuera del país,¿quién no tiene una amiga 'x' que se fue a currar de lo suyo a Reino Unido, o un amigo 'y' que se ha ido hace unos días a Berlín y no para de echar currículums en todas las tiendas y restaurantes? Más dramáticos si caben son los casos de chavales que se sumergen más en el pozo de la exclusión social a cada día que pasa, no terminaron los estudios pero en los años del 'boom' económico fueron encontrando trabajos para ir tirando, ahora llevan meses en el paro, ya sin prestación de desempleo, y han dejado incluso de mirar infojobs porque saben que cualquier búsqueda va a ser en balde.

Para nosotras planificar a medio y largo plazo es una quimera, en muchas ocasiones no sabes ni que horario vas a tener la semana que viene; somos las hijas de la incertidumbre. Incertidumbre por saber si te van a renovar el contrato, incertidumbre porque las horas van pasando y todavía no te han llamado de la entrevista de trabajo que hiciste hace unos días, incertidumbre porque dentro de una semana haces la maleta para irte al extranjero y no sabes que te deparará el porvenir una vez allí. Lo que nos toca vivir es jodido y no hay visos de solución para nuestros problemas dentro de una vorágine de cifras macroeconómicas, primas de riesgo, genocidios mercantiles y recomendaciones reaccionarias de la UE pidiendo más ajustes, pero ante este sombrío panorama yo me planteo ¿acaso lo tuvieron fácil quienes nos precedieron? Generaciones anteriores de trabajadores, de gente humilde, han sufrido hambre, guerra, la represión de la dictadura fascista, el atraso social y económico que ha caracterizado a España durante siglos, y sin embargo, a base de esfuerzo, de derramar sangre sudor y lágrimas, han trazado entre la maleza una senda que propició grandes mejoras para las condiciones de vida de las capas populares. El 7 de Abril y 15 de Mayo de 2011, el 14 de Noviembre de este año (día de las gigantescas manifestaciones contra el gobierno al calor de la Huelga General) sentí que estamos comenzando a trazar nuestro propio recorrido, recogiendo el testigo de todos aquellos que dieron su vida por la causa del bienestar de las mayorías.

Amigas, no cabe la resignación, tenemos que avanzar en la construcción del poder popular que nos conduzca al progreso social y a la emancipación como pueblo.






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